¡Cómo no nos va a gustar el baloncesto! ¡Cómo no vamos a querer al Fuenla! El partido que vivimos ayer en el Fernando Martín entre el Montakit Fuenlabrada y el Real Madrid fue simplemente memorable. Ese cara a cara sin tapujos que le planteamos al líder de la Euroliga fue magnífico. Basta un dato: al descanso ya les habíamos metido 56 puntos, los mismos que les metió esta misma semana un equipazo como el Fenerbahçe en el partido completo.

Lástima que el premio al intermedio fuera una renta de tan solo 6 puntos (56 – 50). Y es que enfrente el Madrid tuvo que echar mano de los pesos pesados, exprimir a Llull (más de 30 minutos en pista), Reyes y Ayón.

Porque todos los demás se veían superados una vez tras otra por nuestros jugadores. Hakanson y Rupnik anularon a Doncic durante muchos minutos, Maciulis y Rudy eran incapaces de frenar a Paunic, Hunter no olía a Hettsheimeir y a Randolph tan pronoto le llovían triples de Wear como matazos de Smits. Increíble David con pleno de acierto en el tiro y Rolands con tres mates a cada cual más espectacular.

Un partido así solo podía decidirse en un último minuto pleno de emoción. Faltó poco para que Paunic nos diera una suculenta ventaja a 45 segundos del final al errar un triple muy bien tirado. Pero luego anotó una magnífica jugada de pizarra para poner el 96 – 97. Restaba medio minuto. Defendimos de maravilla a Llull en la siguiente acción pero el rebote lo convirtió Reyes en el 96 – 99. Quedaban diez segundos, la bola fue para Popovic que dejó atrás a Rudy Fernández y tiró. El pabellón protestó falta. ¿Personal por empujón? No pitaron. Tampoco en el tiro que a continuación hace Smits ante Ayón bajo el aro. Inhibición.

 Ganó el Madrid, pero el partido lo pudieron disfrutar en vivo o a través de la televisión todos los amantes de este deporte. Uno de los mejores de la temporada en la Liga Endesa. Así que lo dicho, orgullosos en la derrota.

Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.

Imagen de uno de los grandes mates de Rolands Smits (Emilio Cobos).