Si jugando en casa encajas 26 puntos en el primer cuarto es que algo no está funcionando como esperas. Se podrá aducir que también nosotros anotamos idéntica cantidad, pero las sensaciones que desprendía el juego desde el inicio se iban tiñendo de verdiblanco minuto tras minuto.
Y es que antes y después de ese empate a 26 con que concluyó el primer periodo, el marcador reflejaba con más claridad el dominio visitante: 14 – 20, minuto 8; 29 – 39, minuto 16. El problema no estaba tanto en la inspiración anotadora de los sevillanos como en una defensa más endeble de lo normal del Montakit Fuenlabrada.
Tras un tiempo muerto de Néstor García, pareció que retomábamos las buenas costumbres e intensificábamos nuestra labor defensiva. Así logramos ajustar las marcas y con ello la desventaja: 43 – 46 al descanso.
Empero el paso por vestuarios dio alas de nuevo al Betis que retomó el mando del juego. Tras unos compases de tanteo (50-51), los visitantes esprintaron llevados por su facilidad anotadora y cierto desquiciamiento de nuestra parte. El 50 – 64 alcanzado el minuto 25 de partido nos obligaba a la heroica.
Lo primero que hicimos tras un nuevo tiempo muerto del Che fue frenar la caída (55 – 64), estabilizarnos a continuación (61 – 70 al final del tercer cuarto) y acometer el asalto ya entrados en el último periodo.
Fue un visto y no visto. El Montakit Fuenlabrada en plan vendaval dio la vuelta al marcador en poco más de tres minutos. Enfervorizado el equipo tanto como el público, gozamos de nuestra primera ventaja tras el 2-0 inicial merced al 77 – 75. Sin embargo, aún restaban casi siete minutos y el Real Betis Energía Plus tuvo la calma y la habilidad de no desconectarse del partido y responder con cesta a cada mínima ventaja que conseguíamos.
El partido llegó a los instantes decisivos subido al columpio que llevaba la delantera de un equipo al otro. Entonces nos comió un problema poco habitual, el del rebote. Con 89 – 90 en el marcador los béticos dispusieron de un interminable ataque de 45 segundos merced a dos rebotes ofensivos logrados tras dos buenas defensas del Fuenla. Lo aprovechó Schilb con una canasta lejana para poner el 89 – 92 a 16 segundos de la conclusión. Nuestro improductivo siguiente ataque supuso la sentencia. Pudo más la necesidad de victoria visitante para huir de la quema del descenso que nuestra ambición.
No siempre se va a ganar un final igualado. Lo excepcional es la enorme capacidad de nuestro equipo para resolver favorablemente tantísimos partidos ajustados como hemos logrado este curso. Lo que fastidia es no haber tenido el funcionamiento defensivo habitual de salida. El próximo domingo tendremos una nueva ocasión, será también en casa contra el San Pablo Burgos a partir de las 12:30 horas.
Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.
Foto de Emilio Cobos. |