El partido de ayer contra el Valencia Basket pareció un calco a los vividos recientemente ante Real Madrid y FC Barcelona Lassa en el Fernando Martín:
Juego de tú a tú y marcador equilibrado al descanso (35 - 40 contra el Madrid; 41 - 40 con el Barça; 26 – 32 ante el Valencia).
Tercer cuarto en el que nos rompen hasta diferencias a la postre insalvables.
Últimos minutos con todo resuelto.
Evidentemente cada uno tiene sus peculiaridades. Por ejemplo, la defensa de ayer ante los levantinos fue tan magnífica en el primer cuarto como desacertado resultó nuestro ataque. De haber estado un poco atinados en la ofensiva habríamos puesto tierra de por medio de salida. Pero no fue así, y la falta de puntería se extendió (6/22 en triples; 7/14 en tiros libres) hasta que nos quedamos sin opciones de competir por la victoria.
La derrota contra el Valencia, octava de carrerilla, supone que por primera vez en toda la temporada tengamos más derrotas que triunfos. Treinta jornadas en positivo es como para felicitarse por mucho que ahora tengamos ganas de tirarnos de los pelos ante el cúmulo de partidos perdidos.
Y a pesar de los pesares ahí seguimos, con opciones reales de luchar por los playoffs pues estamos a tan solo un triunfo del octavo clasificado. La pugna ahora parece que se dirimirá entre Iberostar Tenerife, UCAM Murcia, Movistar Estudiantes y nosotros por esa última plaza que da acceso a las eliminatorias. Isleños y murcianos cuentan con 16 victorias, una más que los dos madrileños. Ojo a un cuádruple empate del que podríamos salir perfectamente favorecidos.
Pero claro, para eso hay que volver a ganar. Y sin demora porque no hay margen para más.
Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.
Foto de Emilio Cobos. |