Una victoria, 26 puntos de ventaja, más de 2000 kilos dealimentos y alegría inconmensurable en un pabellón Fernando Martín que vivió unpartido magnífico del Montakit Fuenlabrada, muy similar al de quince díasatrás. Si entonces vencimos 88 – 65 al Morabanc Andorra, en esta ocasión lohicimos por 90 – 64 a La Bruixa D’Or Manresa.

Deportivamente podríamos transportar la crónica de aquelpartido a este para explicar el desarrollo del encuentro y todo el mundo lodaría por bueno. En juego una victoria crucial ante un rival directo. Un referente,Andy Panko. Un buen escudero, Jimmy Baron. Una gran defensa colectiva. Dominio reboteador.Escapada antes del descanso. Remate de la faena en el tercer periodo. Minutos finalesde equilibrio para consolidar la ventaja. Calcadito.

Bueno, anoche hubo una novedad. El factor Burtt. El nuevojugador del Montakit Fuenlabrada divirtió y se divirtió, de menos a más,brindando un vistosísimo pique final con Devin White, otro jugón de losmanresanos. 15 puntos de Burtt en el último cuarto por 13 de White cuyasacciones recibieron incluso aplausos de nuestra afición, aunque nada comparadoa los “oooooh” que levantó Burtt con sus cambios de dirección, de ritmo,bandejas, triples y celebraciones.

Pero antes de llegar al “show time” de Burtt el equipo alcompleto hizo un sobresaliente partido que comenzó a desequilibrarse a loscinco minutos de juego cuando enlazamos siete ataques consecutivos anotandopara un parcial de 15 – 0 que nos puso 26 – 12 justo antes de finalizar el primercuarto.

El segundo periodo transitó con mayor equilibrio, pero dejópara el recuerdo una espectacular jugada del más espectacular de todos losjugadores de la Liga Endesa. Moussa Diagne taponó al pívot rival, corrió cualgamo de zona a zona y voló para convertir el ofrecimiento de alley-hop de AndyPanko en una bellísima acción que puso de pie al pabellón al completo. Brutal.

Ese segundo periodo se cerró con dos triples consecutivosdel Montakit Fuenlabrada, continuados en la reanudación por otro par de ellos,esta vez de Daniel Clark. Si los manresanos tenían ilusión en la remontada ahíse acabó porque el 50 – 27 que reflejaba el electrónico dejaba bien claro queel partido sólo tenía un dueño.

Con el goteo incansable de Panko siempre presente, llegóentonces el momento de Deji Akindele, muy superior en ambas zonas (10 puntos y12 rebotes) que deleitó al personal con sus movimientos al poste bajo dejandoclaro que es un elemento desequilibrante cuando está al máximo. Así se loreconoció el público ovacionándole al ser sustituido.

Por unas cosas o por otras, sería injusto olvidarse de lagran dirección de Alberto Díaz y Andrés Rodríguez o de la intensidad de JaviVega, el caso es que el Montakit Fuenlabrada llevó su ventaja por encima de latreintena (69 – 38; 74 – 43). Todo antes de llegar al vistoso pique final antesrelatado entre Burtt y White, dignísimo colofón para un partido que concluyó denuevo con el equipo dando la vuelta al ruedo, equipación y gorros navideñosincluidos. Lo que se dice un gustazo de partido.

Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.