De tres en tres para sumar tres triunfos de carrerilla. El acierto triplista de los nuestros es una de las claves que explica que ganásemos un partido en el que fuimos muy inferiores en dos aspectos que suelen ser desequilibrantes en encuentros igualados: nos barrieron en rebote (25 – 37) y estuvimos erráticos en los tiros libres (13/20) ante el casi inmaculado pulso de los murcianos desde la línea de personal (19/20).
Pero resulta que este Montakit Fuenlabrada juega a tal ritmo que da lugar a muchas posesiones y eso se traduce en que el equipo pueda sobreponerse a detalles concretos que nos vayan mal. Por ejemplo, el peso de los 12 rebotes de diferencia es menor cuanto más rápido juegas y más posesiones hay en el partido. Si juegas a 60 posesiones, tener una desventaja de 12 rebotes es brutal. Pero si juegas a 80 posesiones el problema se relativiza.
Eso sí, luego hace falta el nivel de inspiración que tuvimos ante el UCAM Murcia. Más del 50 por ciento de acierto en triples (12/23), con rachas brutales como la del segundo cuarto cuando anotamos seis consecutivos sin fallo. Ese momento caliente nos sirvió para equilibrar el marcador (38 – 37) tras el arranque dominador de los visitantes (9 – 19), que nos habían enfriado de salida con una zona 1 – 3 – 1 muy activa.
Justo tras nuestra locura triplista, el UCAM Murcia volvió a estirarse en el marcador (39 – 47, minuto 18), fue su último tramo de sonrisa en el partido. Acto seguido, a caballo entre la primera y la segunda parte, el incremento de actividad defensiva fuenlabreña y las consiguientes transiciones ofensivas nos impulsaron a un parcial de 19 – 5 para ponernos por delante: 58 – 52 en el minuto 23.
El partido siguió con su precioso intercambio de golpes, pero con estabilidad en el marcador. El Montakit Fuenlabrada mandaba, pero los murcianos nos echaban el aliento desde cerca. Fue así hasta que Marc García entró en trance y sumó siete puntos del tirón al inicio del último cuarto a consecuencia de lo cual nos lanzamos hasta el 85 – 73 del minuto 34.
Sin embargo, hay tanto en juego en este último tercio de la Liga Endesa que el UCAM Murcia se rearmó de inmediato y entre Booker y un letal Oleson reequilibraron las fuerzas a tres minutos de la conclusión (91 – 88). Entonces, cuando más quemaba el balón, Llorca asistió a Eyenga para que este se colgara del aro, hicimos una buena defensa y Rowland anotó un 2+1. 96 – 88.
Con la victoria asegurada para el Montakit Fuenlabrada, el último minuto se jugó pensando en el “basket average”. No lo logramos. Por diez puntos perdimos en Murcia y por ocho ganamos en Fuenlabrada. Sin ser insignificante, no era el asunto central del partido de ayer. Lo fundamental es que sumamos el tercer triunfo consecutivo, que fue ante un rival directo y que la afición vibró nuevamente junto al equipo. Ya llevamos diez, pero no basta. La permanencia va a estar cara. Habrá que seguir sumando. Si es de tres en tres, pues mejor.
Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.
Foto de Emilio Cobos. |