¡Cuánto se agradece en momentos complicados saber que te aprecian, que se acuerdan de ti! Así que muchas gracias al Partizan de Belgrado, a su presidente Ostoja Mijailovic y a todos los aficionados serbios que nos han hecho llegar su cariño en las últimas horas a través de las redes sociales y vía correo electrónico al club.
Su presencia en nuestra ciudad jugando como local la Euroliga 1991/1992 a causa de la guerra en la extinta Yugoslavia dio lugar a una simbiosis única, una adopción que hizo sentir al equipo como propio. Fue el origen del baloncesto profesional en Fuenlabrada, el germen que ha convertido al basket en el deporte de referencia en la ciudad.
Noches míticas ante equipos de máximo nivel europeo, un pabellón abarrotado que obligaba a ampliar su aforo de un partido a otro, visitas de colegios, focos mediáticos… culminado con el título de campeones de Europa con una increíble canasta final de Djordjevic, un título que en Fuenlabrada sentimos como propio.
Casi treinta años después la unión sigue presente. Con cierta frecuencia, ciudadanos serbios, residentes en nuestro país o en viaje turístico, se acercan al pabellón y nos solicitan pasar a la pista, pisar el escenario donde su equipo escribió una página única en su historia. Y se fotografían con la réplica del trofeo de campeones de Europa que el Partizan nos regaló cuando les invitamos en 2012 a jugar un amistoso con motivo del vigésimo aniversario de la conquista del cetro continental.
Gracias, amigos de Belgrado. Os devolvemos el cariño y los ánimos.
Partizan de Fuenlabrada. |