Han sido dos jornadas consecutivas a domicilio, saldadas con la felicidad del triunfo en Zaragoza y con la constatación, una más, de que es muy muy difícil derrotar a un equipo hecho para ser campeón de todo, y más en su pista. Y ahora toca volver a casa. Nos toca a todos. Porque el pabellón Fernando Martín será una caldera cuando el sábado a las seis de la tarde arranque el duelo entre el Carplus Fuenlabrada y el Baxi Manresa.
Del derbi ante el Madrid cabe destacar que los capitalinos salieron empeñados en demostrar que saben defender mejor de lo que se había visto en sus últimos envites nacionales y europeos. Mucho físico, mucho contacto y grandes dificultades para que nuestro equipo hallara el camino al aro. Así, pronto se fueron abriendo distancias: 18 – 9 en el minuto 7; 44 – 24 en el minuto 17.
Tras el descanso mejoramos notablemente. Nos sirvió en primer lugar para equilibrar el intercambio de canastas. Y a continuación para tomar las riendas del juego. Lo hicimos a través de variantes zonales defensivas que colapsaron el ataque madridista y con más confianza y determinación cuando nos tocaba pasar a la ofensiva. Un parcial de 0 – 14 colocó el 60 – 52 en el marcador. Restaban 11 minutos de juego.
Empero nos faltó un pelín más de tino en un par de ataques. Quién sabe los derroteros que hubiera tomado el partido si nos hubiéramos acercado tres o cuatro puntos más. Bueno, es baloncesto ficción, porque lo cierto es que el Madrid embocó un par de cestas y retomó el control del marcador hasta el final.
Cerrada la carpeta del derbi, abrimos la del Carplus Fuenlabrada – Baxi Manresa. Por delante el equipo tiene siete sesiones de entrenamiento para preparar el choque. La afición tiene seis días para afinar gargantas y calentar palmas. La vuelta a casa.
Departamento de Comunicación del Carplus Fuenlabrada.
Imagen de ACBphoto / V. Carretero |