El buen trabajo defensivo y la intensidad mostrados por el Carplus Fuenlabrada en la primera parte engancharon a la grada que está deseosa de tener motivos para enorgullecerse de su equipo. Tras el descanso todo se desvaneció con un tercer cuarto en el que encajamos 37 puntos. Al final, derrota por 73 – 92 ante el Río Breogán.
13 de marzo de 2023
Pocas veces el desarrollo de un partido se puede explicar tan rotundamente con un par de datos: en el segundo cuarto forzamos ocho pérdidas de balón del rival. En el tercero, ninguna.
Para llegar a esas ocho recuperaciones de balón hay que mostrarse hambriento, concentrado, realizar una labor de equipo. Todo eso expresó el Carplus Fuenlabrada en la primera parte del encuentro. Con fallos, claro. Con errores no forzados y desacierto en el tiro tras haber conseguido buenas posiciones de lanzamiento. Pero, al fin y al cabo, con la intensidad que se requiere siempre para competir.
Y eso lo percibió pronto la afición. De ahí la conexión que se estableció entre el parquet y la grada. De ahí la ovación que se llevó el equipo camino de vestuarios en el descanso a pesar de ir ganando solo por un punto (39 – 38). Había prendido la mecha.
Pero se apagó tras la reanudación del juego. Las virtudes antes relatadas se esfumaron. En menos de tres minutos pedimos tiempo muerto ante la facilidad con la que sumaban los gallegos, pero no hubo reacción. Los visitantes anotaron en diez de sus primeros once ataques del tercer periodo y se escaparon con rentas superiores a la quincena de puntos. Con 57 – 75 concluyó el tercer cuarto.
Poco varió la suerte del partido en el último periodo. No mostramos capacidad de reacción y el encuentro consumió sus últimos minutos con todo decidido hasta el 73 – 92 definitivo. Un final para un partido cuya primera mitad nos había ilusionado a todos.
Departamento de Comunicación del Carplus Fuenlabrada.
Foto de Alba Pacheco. |
|
GALERÍA