En el momento más delicado, cuando más calienta el sol yaprieta la necesidad, el Montakit Fuenlabrada se ha puesto a desplegar su mejorbaloncesto. Algo de esto mostró el pasado fin de semana en San Sebastián. Y locorroboró y mejoró con creces anoche ante un equipo de Euroliga como elbaskonista. Triunfo más que merecido por 91 – 83 que nos mantiene muy vivos enla lucha por la permanencia.

Si en la jornada anterior tiramos de carácter y templanza,con buena defensa de equipo y dosis de calidad localizadas en algunas muñecas,esta semana elevamos varios grados la intensidad, redoblamos los esfuerzoscolectivos y hallamos muchas más vías de anotación en una ofensiva vistosa einteligente, lejos del agarrotamiento que se puede suponer ante partidos de talcalado. Muestras de equipo que ha recuperado confianza, ha sacado el carácter ycon ello enseña un nivel de juego que había permanecido demasiado oculto hastael momento.

Antes de seguir con la crónica conviene recordar que nadahemos logrado más allá de aferrarnos a nuestras opciones de permanencia. No setrata de rebajar la euforia, sino de ser realistas ante una situación que siguesiendo de alto riesgo. Ese realismo también nos dice que si mantenemos el nivelde las dos últimas jornadas alcanzaremos el objetivo con total seguridad.

Y es que el Montakit Fuenlabrada se exhibió de principio afin. Sin una floritura el equipo supo seleccionar quien debía asumir el tiro encada ataque, así en menos de cinco minutos ya habíamos puesto el 17 – 9, conseis puntos de Panko, de nuevo en plan líder, ocho de Cvetkovic, profesional comosiempre, y buenos apuntes de Daniel Clark, que ha crecido exponencialmente lasúltimas semanas.  

El primer estirón serio (22 – 11) fue bien respondido por unLaboral Kutxa que tiraba del talento de sus exteriores (24 – 19), pero lasrotaciones no hicieron más que fortalecer a nuestro equipo que se disparó hastael 35 – 22 con tan sólo 13 minutos de juego. La borrachera anotadora se frenó, losvitorianos son mucho equipo como para sentenciar antes del descanso, perosupimos mantener el tipo e irnos a vestuarios arriba 43 – 37.

La reanudación fue crucial en la suerte del partido. Tras unosminutos en los que mantuvimos la renta gracias a nuestra defensa, apareció enescena Josh Mayo. El base estadounidense no se había parecido desde que llegó aquíal jugador que vieron las ligas italiana y turca las últimas temporadas. Sinembargo en San Sebastián ya cambió la cara y ayer se la cambió también alpartido. Defendió correctamente, dirigió con inteligencia y golpeó la cestarival tirando de talento para anotar de uno, de dos y de tres hasta sumar 19puntos en los últimos 15 minutos del encuentro.

El despegue definitivo se inició con un bello 2 + 1 de AndrésMiso y se coronó con una gran jugada de equipo que finiquitó Panko trasasistencia de Vega. Era el 76 – 55 a falta de siete minutos para la conclusión.La octava estaba ya en el bolsillo.

De ahí al final el Laboral Kutxa le puso corazón para limarla desventaja, pero el triunfo nunca peligró (82 – 67, minuto 38) y hubo tiempopara disfrutar con espectaculares acciones de Akindele y Diagne, mate va, tapónviene, y para la celebración de una grada orgullosa de su equipo en una nocheen la que el pabellón vibró como merecía la ocasión.

Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.