El Montakit Fuenlabrada demostró ayer que empleándose conempeño y concentración también puede competir fuera de casa ante quien sea,incluso en el campo del vigente campeón de la Liga Endesa. La lección no es baladíporque veníamos de unos desplazamientos en los que habíamos dejado mucho quedesear y porque las tres próximas visitas serán a rivales directos comoMoraBanc Andorra, Gipuzkoa Basket y La Bruixa d’Or Manresa. No la olvidemos ypongámosla en práctica.

No se trata de celebrar una derrota como la del Palau, perosí constatar que tras Murcia, Madrid y Zaragoza los nuestros enseñaron comovisitantes la cara que solemos mostrar como locales. Esto es, un equipo aguerrido,que entra centrado al partido y que sabe reponerse a los vaivenes del marcadorque todo encuentro de baloncesto presenta. Un equipo reconocible y del que elaficionado pueda sentirse orgulloso aunque, como ayer, acabe perdiendo ante unrival superior.

Fue el Barcelona quien tuvo el mando en el marcador en todomomento, sólo en el 4 – 6 del inicio estuvimos muy fugazmente por delante. Peroen toda la primera mitad los azulgranas no pudieron distanciarse pues a cadaintento respondía bien el Montakit Fuenlabrada con el faro siempre encendido deAndy Panko y con buenas acciones ofensivas de Josh Mayo a quien se le ve crecercada día una vez que va completando su periodo de aclimatación al equipo y a laliga.

Ocho puntos casi consecutivos del base estadounidense apretaronlas clavijas a los locales (24 – 23, minuto 12) que respondieron con el primerarreón reseñable para ponerse diez arriba (37 – 27). Pero los nuestros no se amedrentarony  nos fuimos al descanso dentro delpartido (42 – 35), una distancia incluso demasiado amplia para el equilibrio quehabía presidido el juego.

El Barça volvió del vestuario con el ánimo claro definiquitar el choque cuanto antes. Y a punto estuvo de conseguirlo pues nosdejó con apenas tres puntos anotados en cinco minutos y logró estirar ladistancia hasta el 59 – 42 del minuto 28.

Sin embargo los canteranos Smits, Diagne y Vega propulsaronal Montakit Fuenlabrada en el arranque del último periodo, lo justo paramantener vivo el rescoldo de una pelea que no merecía una veintena de puntos enel saco. Y tuvo mérito porque el Barça no se dedicó a sestear y a cuatrominutos del final mantenía una renta confortable (80 – 66).

De repente, el rescoldo fuenlabreño se avivó consecuencia deque nuestro equipo jamás cejó en el empeño. La llama prendió con puntos dePanko y acciones positivas en ambas zonas de un Akindele al que echamos demenos en los minutos anteriores (82 – 75). Un tapón del nigeriano seguido de untriple al contraataque de Mayo calentó definitivamente el partido: 82 - 78 aúncon dos minutos por jugarse.

Un tiro libre de Tomic puso el 83 – 78. Con esos guarismostuvimos dos posesiones que se fueron al limbo. La primera con una penetraciónde Panko que acabó en pérdida en medio de los manotazos rivales (al balón) quesalían a cada paso de Andy. La segunda con un buen movimiento ofensivo queacabó en un triple errado de Mayo.  Y ahíse apagó la llama puesto que el Barça se manejó en el último minuto con seis puntosde renta, inalcanzables a pesar de nuestros esfuerzos.

Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.