Para la memoria quedará el lanzamiento triple final de DaniPérez que repelió el aro. Se quedó un pelín corto. Sólo acierta y sólo fallaquien toma la responsabilidad. Esta vez fue Dani, que acababa de entrar delbanquillo tras la quinta falta de Alberto Díaz. La jugada estuvo bien llevada,Panko sacó de fondo, Miso recibió y se apoyó en Baron que subió la bola, muypresionado pasó a Clark que a su vez halló a Dani en la esquina, éste recibió,fintó, botó y lanzó. Juego colectivo. Lástima que no entrara. Con ese tiro pudimos ganar, pero el partido se perdió antes.Concretamente mediado el tercer periodo, cuando mejor pintaban las cosas paranosotros, cuando nos habíamos repuesto de un horrendo inicio en ataque, cuandoteníamos maniatado al Cai y habíamos abierto brecha de nueve puntos. Con 39 –30 los maños pidieron tiempo muerto tras el cual nuestro equipo bajó laintensidad defensiva. Alta traición a los propios principios que pagamos carocon un parcial de 3 – 17 en apenas cinco minutos ayudado por alguna llamativadecisión arbitral. Similar situación se vivió unos minutos después, una vezrepuestos del bache y cuando habíamos retomado el control del partido. Otro tiempomuerto visitante reactivó a los suyos y el marcador pasó del 51 – 47 al 51 – 54que colocaba al Cai en ventaja encarándose ya el tramo final del partido. Pero el actual Montakit Fuenlabrada no se rinde así comoasí. Y el equipo trabajó y trabajó forzando la situación hasta llegar a lajugada final que antes hemos descrito. La jugada y el tiro para ganar que noentró. Pero ahí quedó el esfuerzo, personalizado en un comprometido Jimmy Baronque a pesar de tener un esguince de tobillo quiso jugar y fue el mejor concanastas increíbles y 23 puntos anotados. La ovación de la afición lo decíatodo. Hemos perdido, sí, pero bravo por el esfuerzo. Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada. Imagen: Dani Pérez se lamenta justo tras el último tiro del partido. (Fran Martínez) |