En primer lugar, esperamos que a la llegada de la presentetodos los espectadores del duelo vivido en el Palau Olimpic de Badalona hayanrecuperado la normalidad en sus constantes vitales. En segundo lugar, pasamos a describir loallí acaecido: “De infarto” sería la expresión más certera sin importar de quélado cayó finalmente el encuentro. Aunque, como es obvio, nos tira la bufanda, nopodríamos ocultar la euforia que ha invadido nuestro espíritu naranja en esosúltimos segundos de cuenta atrás que nos hacían dueños de una ansiada ymerecida victoria. La tercera consecutiva en parqué verdinegro tras muchos añosde lucha, la tercera de la presente campaña invocadora de las que quedan porsumar, la primera de esas tres que servimos a domicilio, pero prepárense porqueseguiremos con el reparto.

Cierto es que el Baloncesto Fuenlabrada llegaba al Palau conese respaldo positivo de los últimos precedentes, con un "plus de conocimiento" del método del banco local, con una motivación hambrienta por triturar malosrecuerdos de jornadas pasadas. Tan cierto como que no se vio esa predisposicióndesde el arranque del partido. Una defensa consistente del FIATC Joventutcoartaba el acierto exterior y les proporcionaba vía libre campo a través parasubir puntos en el marcador, que no se iluminó a nuestro favor hasta el minutotres con un triple de Javier Vega (9-3). Tras estrenar el aro rival entramos enbatalla frenando la racha anotadora de los locales. Seguimos creciendo al ritmoque avanzaban los minutos hasta llegar, con una canasta del debutante EloyVargas inválida por estar fuera del límite posesión, a un ajustado 14-15 comofin del primer cuarto.

La igualdad entre ambos combatientes continuó siendo laclave en el segundo periodo en el que disfrutamos del despertar de unaimpecable actuación de Marcus Arnold, que más tarde le proclamó MVP del partido (27val.). El pívot estadounidense aportó en esos diez minutos: tres rebotesdefensivos, un tapón y sus primeros seis puntos gracias en parte a lasasistencias recibidas de la mano de Román Montañez.

El paso por vestuarios provocó distintas reacciones en lasdos plantillas. Los verdinegros salieron enchufados y despegaron en elelectrónico a los mandos de Joseph y Cochran, mientras que los hombres de ChusMateo no se contagiaban de la energía que se empeñaba en transmitir a suscompañeros el recién llegado Eloy Vargas. Un bajón que ponía en peligro el buentrabajo demostrado hasta el momento por los fuenlabreños y que regalaba unarenta al FIATC Joventut de 13 puntos.

A falta de diez minutos para el final la remontada sepresentaba muy cuesta arriba, sin embargo el horizonte se fue acercando segúntiraban del carro Andy Panko y Arnold. Los locales perdieron de vista a su musay comenzaron a sentirse incómodos ante el acercamiento inminente por parte delBaloncesto Fuenlabrada. Tras ponernos por encima en el marcador con un triplede Panko y la oportuna falta sobre Cabezas que nos brindó dos tiros libres, eldominio parecía asegurado. Y entonces llegó Cochran y se encargó de superar ladefensa de James Feldeine e igualar el partido 74-74. En ese momento ninguno denosotros era consciente de los cinco agónicos minutos que viviríamos después.

La prórroga fue el contenido extra de un enfrentamiento épicopara ambos clubs. Carlos Cabezas volvió a pista como un tornado para activar lamaquinaria naranja y poner en marcha de nuevo el marcador. La incomodidad y elnerviosismo reinaban en la cancha sobre todo en lo pupilos de Salva Maldonadoque sólo consiguieron hacer efectiva una única canasta, aunque la amenaza deuna segunda prórroga no se disipaba. En especial, con la pérdida de balón delhombre del partido, Marcus Arnold, que podía haber dado la oportunidad a TariqKirksay de apuntarse una actuación importante. Finalmente no fue así, con cuarentay cinco minutos de un juego intenso, un cardiaco desenlace y un resultado definitivo de 76-79, el Baloncesto Fuenlabradaencontró en la visita al Palau Olimpic la manera de hacer arder la llama con laque alumbrar este arranque temporada.

Recuperado el pulso, miramos al frente donde aún quedan muchos juegos en esta “olimpiada”. Elobjetivo ahora es no perder la chispa para mantener la llama viva en las nuevascontiendas que nos aguardan, empezando por el encuentro contra, otro grande, elCAI Zaragoza que nos recibirá en su plaza el próximo 7 de diciembre a las cinco enpunto de la tarde. Nueva cita para marcarnos una buena “faena”.

Departamento de comunicación del Baloncesto Fuenlabrada.