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Una de esas noches que disfrutamos por los cuatro costados. Ambientazo, rival de buen nivel enfrente, el equipo mostrando el carácter que la afición demanda, más allá de ganar o perder. Pero es que además ganamos (89 – 85). Y por encima de todo ayudamos con varios miles de euros a la lucha contra el cáncer y lo hicimos visible con las gradas del pabellón teñidas de rosa.



20 de octubre de 2016
Siempre así

Es el Motankit Fuenlabrada que queremos. Y si gana, mejor. Pero si anoche hubiéramos perdido el equipo se habría llevado igualmente el aplauso de los aficionados. Porque vimos la intensidad que desde hace veinte años se requiere en el Fernando Martín. Y no nos engañemos, con esa intensidad y con la calidad que tiene esta plantilla estaremos más cerca de ganar partidos.

Porque anoche se demostró también que el plantel es largo, con doce jugadores que pueden aportar. Hasta el que menos jugó ayer, Chema González, fue tan importante para el triunfo que la afición le ovacionó en pie y el entrenador lo destacó en la sala de prensa. Como también hizo por ejemplo con Blagota Sekulic de quien subrayó que está haciendo el esfuerzo de entrenar y jugar lesionado e infiltrado. Todo suma.

El inicio fue fantástico, pleno de dinamismo en ataque posicional y de movimientos rápidos y coordinados en defensa. Tras cinco minutos de juego ya estábamos diez puntos arriba permitiendo que el rival anotara tan sólo cuatro tantos. Lástima que anduviéramos un poco torpes en las transiciones y las finalizaciones de los contraataques porque la ventaja podría haber sido aún mayor.

Reaccionó el Khimki a base de triples y con un Sergey Monia a la altura de la etiqueta de jugador de referencia de los moscovitas. Acabó con 18 puntos, seis rebotes y porcentajes estratosféricos. El partido se fue al descanso 40 – 34 haciendo justicia a los méritos de cada cual.

El tercer cuarto fue el mejor del Khimki. Llegaron incluso a ponerse puntualmente por arriba, pero fueron minutos en los que nos aguantamos bien gracias a algunos triples anotados casi sobre la bocina tras posesiones un tanto imprecisas. 59 – 57 reflejaba el luminoso antes del inicio del periodo final.

Y llegó la locura, el vaivén entre dos equipos que querían la victoria y sabían que contaban con fuerzas parecidas para lograrla. Parcial de 8 – 0 a nuestro favor tras triples de Llorca, Cabezas y recuperación defensiva del malagueño para gran contraataque de nuevo de Llorca. El 69 – 61 auguraba final feliz, pero a continuación regalamos puntos concediendo un tripe cómodo, un tiro libre tras una técnica y otros dos más tras una falta lejos del aro. 69 – 68 y vuelta a remar. Tanto remamos y tan rápido que volvimos a dispararnos hasta la máxima ventaja (78 – 68).

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Pero restaban cuatro minutos en los que el Khimki aún iba a dar mucha guerra, ahora con Rowland como principal estilete. De este modo entramos en los dos últimos minutos con el nombre del ganador aún en el aire. Del 80 – 78 pasamos al 84 – 78 tras cuatro tiros libres de Popovic y Diagne acompañados de una gran defensa. Una nueva cesta de Rowland devolvía la incógnita (85 – 82). Pero los nervios en la grada se convirtieron en jolgorio con el triple de Papovic que establecía el 88 – 82 a 30 segundos del final. Fue el golpe definitivo.

Primera victoria en esta Eurocup para el Montakit Fuenlabrada en un grupo que a tenor de lo visto se presume igualadísimo en cada jornada. Ojo porque hasta los average pueden tener una importancia grande al final de esta fase. Lo que sabemos es que jugando así daremos la cara siempre. Ganaremos o perderemos, pero SIEMPRE ASÍ es el mensaje que debe quedar como conclusión tras el partido de anoche. A aplicarlo desde el domingo en Las Palmas.

Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.

Imagen de Emilio Cobos. 




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