Puede parecer un análisis simplón. Pero es el análisis acertado en esta ocasión. Hicimos lo que debíamos en defensa, a excepción de los primeros minutos del partido. Reboteamos más que el rival, perdimos menos balones y movimos la bola con criterio en bastantes ataques para hallar situaciones cómodas de lanzamiento. Y a pesar de todo ello perdimos porque fallamos un sinfín de tiros.
Al final de lo que se trata en este juego es de meterla por el aro. Alrededor de ese último gesto que impulsa la bola hacia la circunferencia con red hay múltiples variantes, pero lo fundamental es ese toque final. Y hoy nuestro tacto era de trapo. 16 de 39 en tiros de dos; 8 de 34 en triples; y nueve tiros libres que también se fueron al limbo. En total, 58 fallos.
Con tanto error fue meritorio llevar el partido a la prórroga, más aun jugando como visitante en cualquier pista de la Liga Endesa. Prórroga, por cierto, que habríamos firmado con los ojos cerrados cuando en el minuto 6 de partido perdíamos 14 – 3. Poco después los maños alcanzaron su máxima renta con el 21 – 7 que nos recordaba en exceso al partido del pasado miércoles en Lituania.
A partir de entonces reapareció el Montakit Fuenlabrada que habíamos visto en los tres partidos en casa de la semana pasada. Mucho más aplicados en el uno contra uno, sin despistes y con una coordinación que reforzaba la intensidad defensiva. Así concedimos tan sólo cuatro puntos al Tecnyconta Zaragoza durante ocho minutos. Y nos metimos en el partido (25 – 21, minuto 15).
El encuentro entró en una fase de intercambio de golpes. A cámara lenta, eso sí, porque ninguno de los dos era capaz de encadenar una racha anotadora mínimamente meritoria. Ni nos acercábamos más ni ellos se escapaban.
El tesón de los nuestros en defensa nos posibilitó, al fin, empatar el partido a 49 en las postrimerías del tercer periodo. Pero no fue hasta el inicio del cuarto cuando volvimos a ponernos por arriba (53 – 54). Fue fugaz. Bellas y Jelovac se encargaron de devolver la ventaja a los locales (61 – 56, minuto 34).
Tuvimos el mérito de la insistencia. Continuamos defendiendo para volver a remontar. Y lo hicimos con un triple, tablerazo mediante, de Popovic (63 – 64). Entramos en el último minuto con todo por decidir. Ambos equipos tuvimos la victoria en la mano y ambos la dejamos volar. Con 67 – 66 Paunic tuvo dos tiros libres a 4,3 segundos del final. Erró el primero y anotó el segundo. Empate a 67. Luego fue Juskevicius quien falló un triple librado tras saque de banda para haber sentenciado. A la prórroga.
Felices nos las prometíamos en el inicio del tiempo extra. Nuestra defensa seguía funcionando y ahora éramos capaces de sumar, aunque fuera desde el tiro libre. Así pusimos el 69 – 73 a tres minutos del final. Incluso a continuación forzamos otro mal tiro de los maños, pero ese rebote se nos escapó y acabó significando dos puntos para el Tecnyconta. Ahí se nos fundieron los plomos. En adelante vimos pérdida tras pérdida, antideportiva incluida,para llegar al último minuto con ventaja aragonesa (75 – 73).
Empatamos a 75 con dos tiros libres de Xavi Rey, el mejor del partido por nuestro bando junto a Diagne. La siguiente acción fue un triple de Juskevicius, que ahora sí acertó. Nos veíamos obligados a responder y logramos una situación favorable para Popovic, pero la bola salió repelida tras tocar varias veces el aro. Y se acabó. La última cesta de Juskevicius sirvió para coronarle el día de su estreno. El día en que defendimos pero no la metimos.
Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.
Imagen: ACBPhoto/E. Casas |