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31 de diciembre de 2016

El Montakit Fuenlabrada ha sido protagonista de un 2016 de ensueño, del que es difícil rescatar un solo momento con el que quedarse. ¿Su propósito para el nuevo año? No despertar aún de su “gran noche”

Habíamos terminado 2015 en casa llevándonos el derbi estudiantil y tratando de superar un reto peliagudo e histórico como era volver a ganar en Vitoria. Seis victorias y siete derrotas abrían al Montakit Fuenlabrada las puertas de 2016 en novena posición al son de los acordes de “Mi Gran Noche” de Raphael.

Unas puertas que empezaron a hacerse pequeñas tres días después. Esta vez, vestidos de verde, sí dimos la cara, ¡y de qué manera!, ante el Gran Canaria. El olor a Copa se propagaba sigilosamente en el Fernando Martín.

Sin embargo, los de Katsikaris en su campo lograron borrarnos la sonrisa de la cara, gesto pétreo que mantuvimos para recibir al Real Madrid de nuevo enfundados en el mono verde. Como ya auguró el abuelo Pepe, el pabellón fuenlabreño explotó de orgullo al batir todos a una con descaro y valentía al entonces campeón de Europa, de Liga y de Copa. “¡Ni sacar de banda pudo el Madrid!” puntualizábamos en la crónica de la soberbia victoria. De eso se encargó un Paunic que iba lanzado en progreso, junto al resto del cuadro balcánico del Montakit Fuenlabrada.

Tras ese partido, en el vestuario fuenlabreño ya se permitió entrar al sueño de la Copa, lo que Cuspinera inmortalizó con el famoso “Let´s dream about it!”.

Una semana por delante para cerrar la primera vuelta y un billete en juego para La Coruña, aunque la cita se antojaba correosa: Zaragoza a domicilio (del balance 8-8 sólo un triunfo había sido fuera de casa). Pero si había alguien falto de fe desde luego no estaba entre la afición del conjunto fuenlabreño que preparó el hatillo para arropar a su equipo en aquella gélida mañana del mes de enero. No pudieron disfrutar de un gran partido… “y entonces Tabu metió un triple desde la esquina tras rebote y asistencia de Wear. Y nos pusimos a dos. Después defendimos bien muy bien y recuperamos la pelota. Y ya era el último minuto. Y una asistencia de Popovic para Stevic que empata a 77. Ellos meten dos tiros libres. Y Cuspinera pide tiempo muerto. Quedan cuarenta y tantos segundos, perdemos por dos, pero tenemos el balón. Lo tiene Popovic, que bota, que recibe un bloqueo, le cambian la defensa, se levanta desde más allá de siete metros y ¡adeeentroooo! 79-80. Y hay que defender, y lo hacemos bien porque forzamos un mal tiro del rival y cogemos el rebote. Aunque Wear falla los dos tiros libres ya casi no queda tiempo, el tiro postrero a la carrera y lejano de Bellas pega un tablerazo y se acabó. Sí, se acabó. 79-80. Ya había perdido MoraBanc Andorra. Y también el Unicaja. Y todos estaban pendientes de nosotros. Y nosotros ganamos. Y nos metemos a la Copa. SÍÍÍÍÍ. A la Copa. A nuestra cuarta Copa”.

Y se cayó la grada, más de 250 aficionados hicieron temblar el Príncipe Felipe, allá en el gallinero, abajo a pie de pista, fundiéndose equipo y afición en un grito reflejo de la más absoluta satisfacción. En el vestuario, Popovic no se lo podía creer. No era el único.

El trabajo continuaba, el sino del Montakit Fuenlabrada pasaba por tener como objetivo uno tan básico como fundamental: la permanencia. Seguimos haciéndonos fuertes en casa y peleando a domicilio, sumando Guipúzcoa y Unicaja a la casilla “V”.

La costa gallega nos recibió en febrero sextos con 11 triunfos en nuestro haber, con unas ganas tremendas de “liarla”, como ya había anunciado Ferran López en el sorteo de emparejamientos, y con un convoy de aficionaos detrás muy dispuestos a ello. Sin embargo, los de Pablo Laso se ponían otra vez por delante y no tropezarían con nosotros dos veces en menos de un mes, iban a revalidar su título de campeones de Copa del Rey. No importó, ser parte de la mayor fiesta del baloncesto español, y Europeo, fue un premio delicioso al gran trabajo desarrollado hasta el momento.

Y volvimos a la era, a trillar nuestra labor. Llegó la 12ª, para continuar rompiendo “maldiciones”: una década sin ganar en Manresa; siete, nueve y diez derrotas consecutivas anteriores a las victorias esta temporada contra Gran Canaria, Zaragoza y Real Madrid, respectivamente. Llegó la 12ª, la cifra que habían venido repitiendo técnicos y jugadores del Montakit Fuenlabrada por ser el número de triunfos que se suponían necesarios para asegurar la permanencia. Nuestro primer y vital objetivo.

¿La 13ª? ¡Qué decimotercera! 95-100 en Santiago acompañados de nuevo de la familia fuenlabreña.

Y así, sufrimos y luchamos, tanto fuera como en casa. Pusimos contra las cuerdas al Barcelona arañando la victoria. Marcamos el 3 de 4 en derbis, le dimos el año a Zaragoza con la que fue la última victoria de la temporada, y Marko Popovic como jugador de la jornada. Nos hicimos pequeños por un momento en las canchas de Real Madrid y Herbalife. Mas volveríamos a estallar de júbilo tras “la mejor derrota de nuestras vidas”, la que nos concedió el silencio más tenso de la historia del Baloncesto Fuenlabrada y el billete al PlayOff de Liga Endesa. Una fiesta más contra FC Barcelona Lassa para prolongar una temporada “mágica”.

Fin a la campaña 2015/16: octavos con 17-17 en liga regular.

Después de eso, un verano largo, como todos los veranos, abrasador, como todos los veranos, incierto, como todos los veranos.

Soplaba una pequeña brisa que daba continuidad al “sueño”, la que traía seguir contando con seis de los jugadores más el cuerpo técnico.

Noticias a cuentagotas, salidas, fichajes, y un bombazo mediado julio que nos sumergía en un sueño aún más profundo. La próxima temporada tendríamos todo por ganar aquende y allende nuestras fronteras. “¡Europa! Estamos de vuelta”. Los premios del curso anterior seguían llegando.

Tras una pretemporada como todas las pretemporadas, los engranajes del nuevo Montakit Fuenlabrada se iban lubricando.

El 2 de octubre arrancaba la Liga Endesa 2016/17 en el Fernando Martín contra Bilbao. Mucha ilusión y mucho por poner en marcha aún. A pesar de estar cuajando todavía la estructura del equipo conseguimos sumar la primera, y a domicilio en el Olimpic.

Nuestra aventura continental nos hizo estrenarnos en EuroCup en Berlín el 12 de octubre, compitiendo con garra un partido que no conseguimos llevarnos. Garra que no supimos sacar días después ante Estudiantes.

El Fernando Martín se vistió de gala, de rosa concretamente, el Día Contra el Cáncer de Mama para recibir al primer rival “europeo”, el Khimki Moscow Region. Nos fuimos a dormir con una victoria en EuroCup y habiendo visto por primera vez esta temporada a un equipo y una grada ¡bravos!

Y dormidos llegamos a Gran Canaria para volver con una derrota de 51 puntos de pura hiel. Una amargura que conseguimos endulzar tras plantar cara al Barcelona en casa, empezar a crear la leyenda del Fernando “Fortín” en Europa en un partidazo contra RetaBET.es Bilbao y alzarnos sobre el Valencia Basket también entre los muros del pabellón fuenlabreño.

El rol de forasteros nos pasó factura de nuevo dejándonos ateridos tanto en la capital lituana como en la competición doméstica.

Nos rescató entre semana un partidazo ante el mismísimo Alba Berlin, al que batimos por 25 puntos de diferencia. Un miércoles más en el Fernando “Fortín”.

Khimki por su parte nos devolvió el favor prestado cuando tuvimos el placer de visitarles.

Hagamos aquí un inciso para marcar un antes y un después en este inicio de Liga Endesa 2016/17.

Liquidando noviembre, el mejor Andorra de la historia de la ACB llegaba al parqué fuenlabreño a enfrentarse a un Montakit Fuenlabrada con Popovic de baja y Sekulic dispuesto aunque no disponible. ¿Y? Y sonó “Mi Gran Noche” tras un partido de lucha y entrega que apuntó la forma de pisar las canchas de este Montakit Fuenlabrada a partir de entonces.

La visita al Real Madrid ha sido el único tropiezo para el conjunto de Jota Cuspinera desde ese momento en la máxima categoría del baloncesto español.

Siguiendo el calendario de EuroCup, fuimos a Bilbao pensando en Manresa, y volvimos pensando en Manresa, allí dejamos a los hombres de negro con su victoria.

Sumamos el triunfo contra los manresanos, y del partido no hubo más que decir, “feo” en palabras del propio Cuspinera. Y más feo aún si cabe porque separó a Álex Llorca de las canchas para los próximos seis meses.

Sevilla, sí, debíamos pensar ahora en Sevilla, y en ese nuestro objetivo vital, pero… venía Lietuvos Rytas y traía un pase al TOP 16 de EuroCup. Seremos soñadores, ilusos, insensatos… ¡seguramente! pero no se lo podían llevar de vuelta. ¡Y no se lo llevaron! ¡¡Se quedó en Fuenlabrada!! El equipo se supo fuerte, se hizo imbatible en el Fernando Martín en la competición europea, cuatro de cuatro victorias en casa con la grada rugiendo a cada pase, y un premio, otro premio más, al sudor, a la afonía, al esfuerzo, al coraje, al trabajo del día a día. Montakit Fuenlabrada entre los 32 mejores equipos de Europa y aledaños.

Ahora, sí o sí, debíamos pensar en Sevilla, o mejor dejar de pensar y ponernos en acción tal cual lo hicimos como si estuviésemos en casa, como si contásemos con toda la plantilla al completo, como si nos sintiésemos un verdadero equipo. Triunfo importante para la tabla e importante para meternos cómodamente en el papel de visitantes.

A tres días de cerrar el año recibíamos a nuestro próximo rival en el TOP16 de EuroCup, pero esto era Liga Endesa, y en Liga Endesa no hay “Santos Inocentes”. Si en la campaña anterior no perdonaron una, esta vez no iba a ser menos. Partido duro y correoso que supimos defender como valientes y hacer disfrutar del baloncesto como los mejores.

Fin.

Nos vamos a brindar por lo que fue y lo que viene colocados en el puesto 10 de Liga Endesa con siete triunfos consecutivos en casa con los que comenzaremos el año inaugurando el TOP16.

¡Esto es Fuenlabrada señores, señoras! ¡No se despisten ni un momento! porque no hemos hecho más que empezar a soñar.

¡¡Chin, chin, por un 2017 en el que aún no queremos despertar!!

 

Departamento de comunicación del Montakit Fuenlabrada



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