No se puede hacer otra cosa más que pedir disculpas a la afición que ayer prácticamente abarrotaba el pabellón, rumiar lo ocurrido en el lunes libre y volver a entrenar mañana martes con renovados bríos. En el horizonte ya se ve el partido del próximo domingo a las 12:30 horas contra el Tecnyconta Zaragoza de nuevo en el Fernando Martín, un encuentro que ahora cobra nuevos significados.
Por ejemplo, el partido contra el equipo aragonés servirá para demostrar y demostrarnos si lo de ayer fue accidental o no. Servirá para saber si podemos seguir instalados en zona de tranquilidad o si hemos de elevar el nivel de preocupación respecto a la zona baja. Porque es verdad que seguimos mucho más cerca del play off (a dos victorias) que del descenso (tres más average), pero con lo visto ayer y con once jornadas por delante conviene despejar dudas cuanto antes.
Y las dudas vienen porque el segundo cuarto de nuestro Montakit Fuenlabrada nos hizo retrotraernos cinco meses. A aquellos días de otoño en lo que todo era gris. Ni defensa ni ataque. Ni actitud ni pareciera que aptitud. Sabemos que no es así, porque hemos visto al equipo jugar a gran nivel en muchos partidos, sobre todo en casa, pero los diez minutos de ayer son muy duros con ese parcial de 3 – 29.
Y es que a nuestro horror de partido hay que añadir que enfrente estaba el líder, sí, sí, el líder en solitario de la Liga Endesa. Los tinerfeños no es que sean la revelación del año, son la revelación de la década. Líderes en solitario, el equipo que más partidos ha ganado, por encima de Madrid, Barcelona y demás. Eso no ayudó, claro. Pero es que la ayuda, llámalo reacción, tenemos que buscarla en nosotros mismos, en ningún otro sitio.
Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.
Foto de Emilio Cobos. |