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Victoria 79 – 81 del Montakit Fuenlabrada en Badalona tras un partido que dominamos desde el inicio, pero que se complicó sobremanera en el último minuto. Volvieron a jugar Urtasun y Mockevicius



10 de febrero de 2020
Nos lo merecíamos

Lo que contra el Joventut empezó contra el Joventut acabó. La racha de diez derrotas consecutivas que acumulábamos llegó a su fin con un triunfo tan merecido como importante que nos reactiva en la lucha por lograr la permanencia en la liga endesa.

¡Cómo cuesta todo cuando estás en situación apurada! Con 70 – 79 a 1:48 del final se podía prever un final casi plácido. Pero de repente comenzamos a cometer torpezas: regalamos tiros libres, tomamos decisiones precipitadas en ataque, concedimos un rebote ofensivo en un tiro libre, nos bloqueamos… y Prepelic metió una de las suyas desde nueve metros. Total, que apenas 70 segundos después nos veíamos empatados a 79 y con la bola en posesión del Joventut.

Y sin embargo, cuando toda parecía oscurecerse, defendimos bien, negamos el tiro a los mejores anotadores verdinegros y capturamos el rebote, rápida transición de Bellas que penetra, probablemente recibe falta aunque no se pita. Lo que es claro es que un jugador del Joventut toca el aro cuando barre el balón. Tampoco se señala. Pero por allí aparece Richotti, el más bajo en pista para capturar el rebote y anotar el 79 – 81 a dos segundos del final.

El mismo Richotti que tras el tiempo muerto intercepta el pase en la otra zona en la postrera jugada con la que los badaloneses intentaban forzar la prórroga. Y celebración. Y gritos y gestos de rabia y alegría para sacarse de encima la mochila de diez derrotas consecutivas. Nos lo merecíamos.

Para llegar a tal desenlace el Montakit Fuenlabrada jugó un partido muy serio, construido de atrás adelante. La defensa era lo primero. Secado Prepelic, fue Harangody quien nos dañó desde el exterior. En nuestro caso había mucha más variedad para anotar. Y una novedad destacable: metemos mucho más el balón al poste que antes. Desde ahí hicimos daño con Brown y Eyenga, así como con las continuaciones de Ehigiator, Mockevicius y Bobrov.

Ese juego coral se veía reflejado en otro aspecto fundamental como es el rebote. Capturamos 14 más que el contrincante con varios jugadores en cifras reseñables: Brown 9; Eyenga 8; Gillet 6; Mockevicius 5; Ehigiator 4.  

Producto de todo ello fue nuestro dominio en el marcador, en torno a la decena de puntos desde el inicio del segundo cuarto (18 – 28). Sin malabarismos, nos mostrábamos seguros en cada ataque, tan es así que cometimos la primera pérdida de balón muy cerca del descanso.

Todo siguió bajo control fuenlabreño en el tercer periodo, parecíamos incluso en disposición de sentenciar el partido por la vía rápida. En el minuto 28, con 44 – 60 en el marcador capturamos el rebote tras una nueva buena defensa. Sin embargo, nos birlan el balón de las manos y anotan. La acción enciende una chispa en el Joventut que en esos momentos juega con los más jóvenes, atorados como estaban los habitualmente protagonistas. Y el partido cambia. En menos de dos minutos nos hacen un parcial de 9 – 0 y todo queda abierto para el último periodo.

Nuestra defensa ya no es tan fiable aunque los puntos de Anderson nos mantienen con cierto colchón (64 – 72, minuto 35). Bellas roba dos balones de oro y es de nuevo Anderson quien con dos triples consecutivos nos pone otra vez en situación franca: 69 – 78 a 2:44 de la conclusión.  

Y luego llegó el final ya descrito al inicio de esta crónica con final feliz.

Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada.

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