Nos vamos a la Copa del Rey del año 99, la primera que jugó nuestro equipo. Paco Martín era en aquella época jugador del Fuenla. Afable entonces como ahora, gustaba Paco de gastar bromas con Fernando, el habitual conductor del autobús del equipo quien por entonces estaba preparando las oposiciones para bombero.
Una de sus bromas preferidas consistía en pillar desprevenido al otro y aprovechar para darle un “gracioso” puñetazo en las costillas. Era algo cariñoso entre ellos, y no había peligro de lesión entre un deportista de élite profesional y un futuro bombero, tipos ambos preparados físicamente.
Y llegó el día de nuestro debut en la Copa. Paco Martín bajó a desayunar al restaurante del hotel de Valencia donde se concentraron los ocho equipos participantes. Siempre despierto para aprovechar sus oportunidades, Paco divisó de espaldas nada más entrar al restaurante al chófer del autobús. Era su chaqueta de conductor, el mismo pantalón de conductor. Un momento perfecto para darle una sorpresa... y le colocó un puñetazo de buenos días en el costillar.
Al darse la vuelta la víctima Paco se puso blanco. Aquel señor no era el conductor de nuestro autobús, sino Martínez Arroyo, miembro destacado del Estudiantes. Cuanto más se retorcía de dolor la víctima ante el inesperado saludo más se disculpaba Paco Martín, pero ya no había remedio.
El propio Paco ha relatado en ocasiones como huía por los pasillos el señor Martínez Arroyo cuando después del desayuno se volvió a cruzar con él dentro del hotel durante la concentración. “Por aquel desafortunado malentendido nunca me fichó el Estudiantes”, sostiene Paco Martín.
Departamento de Comunicación del Montakit Fuenlabrada. |