En el 13 – 23 del final del primer cuarto se sustancia el partido de anoche. Porque plasma la mayor dureza con que se desenvolvió el Baskonia en la primera mitad, imponiendo su ritmo de juego y dominando bajo ambos aros. Y porque supuso un muro de más de diez puntos de altura que nos resultó imposible franquear cuando en la segunda parte subimos intensidad y elevamos el acierto anotador. A cinco llegamos a ponernos en el tercer cuarto, pero en los minutos finales no llegamos a poner en duda la victoria foránea.
Carecimos de la intensidad requerida en los primeros compases, llámalo intensidad o dureza como decía Paco García a la prensa tras el partido. Es verdad que luego nos repusimos, que equilibramos la batalla reboteadora, que pudimos correr y que encontramos la gran vía de anotación que ha de suponer Melo Trimble.
Así cambiamos el 27 – 41 del descanso por el 44 – 49 del minuto 25. Fueron nuestros mejores minutos, defendiendo más duro, reboteando, corriendo y anotando en transición. Vivimos un interesante intercambio de golpes, triple va, triple viene, del que el Baskonia salió ganador pues pudo estirar de nuevo la renta hasta la decena.
Aun así, en el inicio del último cuarto con 59-68 desperdiciamos hasta siete posesiones de balón que nos habrían podido dar un impulso grande para igualar el electrónico y luchar de tú a tú por el triunfo. Pero no fue así y acto seguido fueron los visitantes quienes aprovecharon para dar el golpe final a la suerte el encuentro (59 – 75, minuto 34).
El 73 – 89 definitivo refleja la superioridad baskonista en un partido muy marcado por el inicio. No jugaremos en la tercera jornada de esta Liga Endesa con 19 equipos que se celebra este mismo fin de semana. Nuestra próxima cita es el domingo 4 de octubre a las 12:30 horas. Será ni más ni menos que el primer derbi oficial del curso ante Movistar Estudiantes con el Fernando Martín como escenario.
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