Un poco más de siete años dan para ser agradecido con un club que me ha permitido conseguir un objetivo al alcance de pocos, con el que soñaba desde que empecé a entrenar siendo adolescente. Muchas gracias al presidente, directivos, personal de oficina y director deportivo, gracias, BALONCESTO FUENLABRADA.

Pero este tiempo ha significado mucho más. Muchísimo más. He disfrutado y he sido feliz con la gente, esa gente… ¿Cómo puedo explicarlo?

He reído, he discutido, he celebrado, me he preocupado, en definitiva, he compartido mil emociones con todos mis compañeros de staff, que no han sido pocos, ya que incluyo a todos los que trabajan en el club para que consigamos los objetivos. La mayoría de ellos son, a día de hoy, mis amigos. Muchas gracias, AMIGOS.

He conocido y he tenido el placer de entrenar a jugadores talentosos y esforzados que me han reforzado con la idea de seguir con esta maravillosa profesión hasta no se sabe cuándo. Muchas gracias y mucha suerte, CHICOS.

He vivido partidos grandiosos y partidos durísimos. He llorado de alegría y de rabia. He trabajado duro. He vivido alejado de mi familia. Y ahí han estado ELLOS. Los aficionados al baloncesto de esta pequeña y luchadora ciudad. Incansables, cariñosos, inmensos. Esas peñas, Cerro del Molino, FuenlaBasket, FuenlaBlues, Naranjo, Tres14, Animal. A vosotros os digo muchas gracias y OS QUIERO, FUENLABREÑOS.   

Hace dos días un aficionado me vio en la calle y me dijo: “No te quiero ver triste, Raventós”.

Voy a hacerle caso, y no digo adiós. Me despido con unos hasta luego, hasta pronto, hasta siempre.

Josep Mª Raventós.