“Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”. Traduzcamos la frase del genial Pablo Picasso al baloncesto. Sería algo así como “cuando llegue la inspiración (anotadora), que me encuentre defendiendo”. Y eso fue lo que hizo anoche el Baloncesto Fuenlabrada. Defendió, defendió y defendió mucho y casi siempre bien. Además, a ratos, encontró la inspiración de cara a la canasta rival. El compendio de ello nos sirvió para ganar con autoridad al Ourense. Vale que el partido no fue una obra maestra de museo, pero sí un paso más que nos asienta en la buena dirección de cara al esprín final de la temporada.

Ya desde el salto inicial quedaron claros los derroteros del juego. Muy intensos defendiendo nuestro aro, sabedores que el rival busca casi todas sus ventajas desde Ivica Radic o Justin Turner. A ambos los sometimos a pegajosos marcajes, con buenas ayudas a los hombres encargados de sus marcajes directos. Y con la guinda de asegurar el rebote. Ni un solo rebote de ataque capturó el Ourense en el primer cuarto y tan solo tres al descanso a pesar de que les forzamos a fallar muchos tiros.

Con ese buen desempeño defensivo no es de extrañar que tomáramos la delantera desde el primer instante. El 8 – 0 de salida abría la puerta para una escapada tempranera, pero la discontinuidad con varios fallos en el tiro y pérdidas de balón por abusar del bote cerraron dicha puerta, hasta el punto que el primer cuarto se acabó con empate a 18.

Incluso los orensanos tomaron fugazmente ventaja (18 – 20), pero este Fuenla es mucho más maduro ahora y por eso no varió el rumbo. Seguimos defendiendo a nivel notable y, ahora sí, aprovechamos ese impulso para anotar con mucha mayor fluidez ya fuera en transición o en ataques de cinco contra cinco. Todos nuestros jugadores encontraban sus opciones para sumar, con variedad de repertorio. El torrente fue tal que la diferencia superó la veintena poco antes del descanso merced a un fabuloso parcial de 28 – 5.

Al descanso nos fuimos 48 – 31. La duda residía en si seríamos capaces de dar continuidad a la excelencia o si el rival se metería de nuevo en la lucha por la victoria. Pues ni una cosa ni la otra. Con un Tomás Bellas plenipotenciario alcanzamos la máxima ventaja del encuentro (60 – 37, minuto 24). Empero, acto seguido el rival concatenó tres acciones de tres puntos que le insuflaron vida y esperanzas (60 – 46, minuto 25).

De ahí en adelante el partido resultó menos vistoso en lo ofensivo que en lo defensivo. Porque si bien atravesamos minutos erráticos en ataque, en defensa pasamos del notable al sobresaliente. Cuando más apretaron los rivales (69 – 59 a 6:30 del final), mejor defendimos. Tanto es así que los dejamos casi cinco minutos sin anotar, forzándoles a agotar los 24 segundos de posesión en varias ocasiones. La pincelada final llegó de la mano de un taponazo de Pato Garino acompañado con triple de Jordan Swing. Era el 75 – 61 que ya en el último minuto sentenciaba la décima victoria del Fuenla. La victoria que llegó desde la defensa.

Es también el tercer triunfo consecutivo en el Fernando Martín. En tan solo una semana tenemos ocasión de sumar el cuarto pues jugamos de nuevo en casa el sábado 6 de abril (18:30 horas). El rival será el HLA Alicante, uno de los punteros de la clasificación. Nos exigirá el mismo nivel de trabajo y, si puede ser, un poco más de inspiración. Todo ello con el extra que supone el ánimo de la grada. Muchas gracias a todos los que poblaron el pabellón ayer en un día complicado por las vacaciones, la hora y la meteorología.

Departamento de Comunicación del Baloncesto Fuenlabrada.

Foto de Álex Ferrer.