Ganamos. En 36 días hemos ganado cinco partidos en el Fernando Martín del tirón. Si cerramos más el plano, son cuatro victorias consecutivas. Entre ellas ha habido de todo, con más y menos brillo, ante rivales que están arriba y otros que están abajo en la clasificación. La de ayer se obtuvo más por oficio que por inspiración en un partido a ratos plomizo, seguramente por el cansancio acumulado en las piernas, pero bien resuelto por los nuestros con un pabellón que también puso de su parte apretando desde la grada.
Arrancamos un tanto pastosos en nuestro juego, con poco acierto en ataque y un paso por detrás en defensa. Su traslación al marcador era un feo 4 – 15 para el Clavijo ya con más de cinco minutos de juego. Con las rotaciones ya en marcha, Tanner McGrew, que había asumido responsabilidades ofensivas desde el primer momento, encontró apoyo en Edu Durán. Así fuimos sumando con más fluidez hasta el 22 – 24 (minuto 11).
Sin embargo, nuestra defensa seguía sin arrancar y el rival llevaba el balón a la situación que ellos deseaban casi en cada ataque, por eso se estiraban de nuevo hasta el 22 – 29. Al igual que pasó el miércoles en Cáceres, la principal mejora debía llegar desde la defensa. Y poco a poco fuimos obrando la mejoría. Más contacto, más actividad de manos, mejor cierre del rebote. Así hasta que tomamos la delantera en el marcador poco antes del descanso (42 – 39).
Tras la reanudación llegaron nuestros mejores minutos, siempre desde la defensa. Ahora obligábamos al Clavijo a mover el balón muy lejos del aro, más férreos en el uno contra uno, imponiendo nuestro físico y una buena coordinación de las ayudas. Todo ello nos impulsó también en el otro lado del campo hasta poner el 55 – 44 mediado el tercer periodo.
Parecía el momento de romper el partido. Pero no fue así. Los riojanos se están jugando la permanencia y no regalan nada. Así que en cuanto bajamos el fuelle en defensa el marcador volvió a ajustarse, tanto como que llegaron a ponerse a una canasta de distancia (61 – 59, minuto 32). Cobró entonces protagonismo Jordan Swing, pero no volvimos a poner tierra de por medio y nos vimos abocados a un final de cara o cruz.
Y ahí fue de nuevo la defensa la que nos dio la victoria. Con 72 – 70 una recuperación de Jorge Bilbao vino acompañada de una antideportiva que tradujimos en tres puntos desde el tiro libre. Entrábamos así en el último minuto. Pero Clavijo seguía sin entregarse. Con 75 – 73 y 16 segundos por jugarse los riojanos disponían de balón desde saque de banda. Buena actividad por nuestra parte, nervios por la suya y ahora es Tomás Bellas quien recupera la bola y recibe la antideportiva. Los consiguientes tiros libres nos llevan, ahora sí, a sentenciar la victoria final.
Costó, pero sumamos. Ganar cuando no estás brillante también es buen síntoma. Ahora toca recuperar fuerzas y viveza tras una semana de esfuerzo y victorias. En Menorca nos espera un partido duro el próximo sábado (19:30 horas).
Departamento de Comunicación del Baloncesto Fuenlabrada.
Foto de Álex Ferrer. |