Las anécdotas pueden surgir espontáneamente por malentendidos, por mala suerte, por descuidos… pero también porque quienes te rodean tengan un poco de mala uva y un mucho de ganas de cachondeo. Esto último es lo que le pasó al pívot Jorge García en aquel vestuario fuenlabreño de mediados de la pasada década con especímenes como Solana, Paraíso, Ferran López o Salva Guardia. |